Confesando lo del francés
Le confesé a Arlo que había estado aprendiendo francés para comprenderle mejor a él y a su cultura. “Arlo, he estado tomando clases de francés”, admití, con la voz temblorosa. “Quería darte una sorpresa por nuestro aniversario. Así entendí lo que tú y tu madre decíais” Los ojos de Arlo se ablandaron y se acercó un paso. “Emily, ¿hiciste eso por mí?”, preguntó, con una voz llena de sorpresa y agradecimiento.

Confesando lo del francés
Aclarar el malentendido
Arlo aclaró el malentendido, explicando suavemente el plan para sustituir el viejo cuadro. “Emily, has entendido mal nuestra conversación”, dijo. “Hablábamos de sustituir el viejo cuadro del salón” Parpadeé, y la confusión dio paso a la comprensión. “Entonces, ¿no planeabas… deshacerte de mí?” Susurré. Sacudió la cabeza con seriedad. “No, nunca. Todo era por el cuadro”

Aclarar el malentendido