Llamada a mi hermana
Preocupada, volví a llamar a mi hermana, con el corazón latiéndome con fuerza al pulsar su nombre en el teléfono. El timbre parecía interminable y susurré: “Por favor, contesta”, mirando a Brutus para tranquilizarla. Por fin llegó su voz. “¿Jess? Soy yo”, dije con voz temblorosa. “¿Emily? Gracias a Dios, ¿estás bien?”, respondió, con una preocupación evidente en cada palabra.

Llamando a mi hermana
La preocupación de Jessica
Mi hermana Jessica contestó enseguida, con la voz cargada de preocupación. “Emily, ¿dónde estás? Mamá y yo estamos muy preocupadas”, dijo con urgencia. “Estoy a salvo -la tranquilicé, intentando mantener la voz firme-, pero necesito hablarte de algo importante” Su tono se suavizó de inmediato. “¿Qué ha pasado? Pareces asustada” Respiré hondo, preparándome para explicárselo todo.

Preocupación de Jessica