El regreso
Impulsado por la adrenalina del rescate, Albert recurrió a una fuerza que no sabía que poseía. Escalando el terreno rocoso con sorprendente agilidad, guió a la familia de lobos hasta un lugar seguro. Aunque cansado por la edad y la terrible experiencia que habían sufrido, su resolución era inquebrantable, cada paso impulsado por una determinación inesperada. La madre loba y sus cachorros le seguían de cerca, confiando por instinto en el hombre que había acudido en su ayuda.

El regreso
Una mirada de despedida
En la cima, Albert y el lobo compartieron un momento tranquilo de entendimiento. Sus miradas se cruzaron, transmitiéndose un intercambio tácito de gratitud y respeto. Con sus cachorros cerca, la loba se dio la vuelta y se adentró silenciosamente en el bosque. Albert se quedó quieto, viéndola desaparecer entre las sombras, con una mezcla de logro y despedida agridulce. Comprendió que era poco probable que sus caminos volvieran a cruzarse.

Una mirada de despedida