La filantropía como vía de escape
Al ser miembros de la Familia Real, había que aparentar una normalidad, aunque fuera un secreto a voces que su marido tuviera una amante. Diana decidió volcarse en sus deberes institucionales como Princesa de Gales y trabajar todo el tiempo para no pensar demasiado. Se centró en ayudar a los demás para sanar su corazón herido y fundó una asociación benéfica, se volcó en ella y el pueblo la amaba, la querían mucho más que a Carlos y todo por su gran corazón y personalidad.
Sus hijos eran lo primero
Diana nunca dejó a sus hijos con una canguro ni nada por el estilo, a pesar de que tenía mil obligaciones, ella siempre tenía hueco para estar con sus hijos. Ella misma los llevaba al colegio e intentaba llevarlos siempre con ella a los eventos públicos. Sus hijos la adoraban y les encantaba estar siempre con ella en todas partes. Nunca fue la típica princesa que tiene hijos y los deja al cuidado de las sirvientas, ella quiso desde el principio que sus hijos se criaran como si estuvieran en una familia normal.